Bola de Nieve, una leyenda irrepetible
El 2 de octubre de 1971, en la Ciudad de México, se apagó una voz que no necesitaba micrófono, un piano que prescindía de partituras, y un alma que desconoció fronteras. Ignacio Villa Fernández, el inolvidable Bola de Nieve, falleció aquel día para dejar tras de sí un arcoíris de canciones que continúan susurrando entre las teclas de viejos pianos y corazones sensibles.